La convicción te mueve

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: La convicción te mueve

Introducción

Por lo que aprendemos en los estudios bíblicos sabemos que Dios escudriña el corazón. De manera que no ve lo que hacemos solamente, sino que también tiene en cuenta el propósito del corazón.

Por lo tanto, cuando dos creyentes ofrecen el mismo servicio a Dios, es posible que uno de ellos lo ofrezca sinceramente y el otro no. Allí está la razón por la cual algunos son bendecidos y otros no.

En muchísimos sermones escuchamos que el pecado es la violación de la ley de Dios. Y ésta ha sido grabada en la conciencia.

“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” Romanos 1:20.

De manera que sin convicción y sin arrepentimiento no hay salvación, pues esto es imprescindible.

Leamos la palabra de Dios

Hebreos 11:1-5 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.

Convicción

Todo creyente regenerado en Cristo ha sido tocado antes en su conciencia por el Espíritu Santo, que le ha convencido de pecado. Y luego le ha concedido el privilegio de dolerse por este pecado, para después revelarle la palabra de Dios que le quitará la carga del pecado.

Es un proceso interior. Es decir, en el espíritu, hecho por Dios Espíritu Santo. Y que “por gracia sois salvos por medio de la fe”, y “la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios”, pues “el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo” 1 Juan 5:10.

En la convicción de pecado el Espíritu nos redarguye

En el creyente verdadero, la Biblia es la regla de vida, y la autoridad que rige la conciencia. Como dijo Martín Lutero: “A menos de que se me convenza por las Escritura o por recta razón, ya que papas y concilios a menudo han errado, yo estoy atado por la Biblia y mi conciencia es cautiva de la palabra de Dios.”

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