Que nuestros frutos sean de obras buenas

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Mensajes Cristiano de Hoy: Que nuestros frutos sean de obras buenas

Mensajes Cristianos Texto bíblico:No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.” (Juan 15:16)

Nos reconocerán por nuestra forma de obrar

El Señor nos ha bendecido con el don de la fe. Es una gracia el haberlo conocido y haberle abierto las puertas de nuestro corazón a Cristo. Existen muchas personas que no han tenido esta gracia y viven en la oscuridad.

Nosotros que tenemos este privilegio, debemos agradecerlo con obras dignas de nuestro bautismo. Si predicamos una cosa y obramos de forma incoherente con las enseñanzas de Dios, vivimos en la mentira. Y la mentira puede ser peor que no haber conocido a Cristo. Porque tiene menos culpa el que actúa en la ignorancia de la Verdad que el que conociendo a Dios lo rechaza con sus actos.

Los hermanos y los que rechazan a Dios deben darse cuenta de que somos cristianos sin que tengamos que manifestarlo con palabras. Porque entonces significa que el Espíritu Santo habita en nosotros y se derrama hacia los que tratamos diariamente (Gálatas 5:22-23).

De esta forma no tendremos que temer el ofender a Dios. Porque no nos moveremos por las prohibiciones de la ley, sino por el Espíritu Santo que nos inspira a hacer la obra de Dios continuamente. Y los que vean esto, verán que ya no somos nosotros, sino que nos hemos dejado inundar por el poder divino.

Nuestros frutos – El fruto bueno viene si está unido a la vid

Pero esta forma de vida no es posible si no estamos unidos a Jesús y a su Palabra. Debemos alimentarnos diariamente de su sabiduría para que no se agote en nosotros el deseo de servir a Dios. De lo contrario, se podría apagar la llama de Espíritu y confundir costumbre con fe verdadera.

El estar unidos a Cristo y a los hermanos nos hará más simple el obrar como Dios quiere. En cambio, si nos alejamos de sus enseñanzas y estamos inmersos en el mundo, corremos mucho peligro de adecuar nuestro pensamiento al del enemigo. El mundo tiene muchas formas de tentarnos con el placer y la facilidad de la vida mundana. Pero si meditamos sin desfallecer en su Palabra, estaremos unidos a la vid, y daremos buenos frutos. (Juan 15:5)

¿Qué significa dar buenos frutos? Significa estar de tal manera unidos a Jesús, que todo lo que obramos lo hacemos sabiendo que a Él le agrada. Entonces, si un hermano necesita nuestra ayuda, lo ayudaremos en nombre de Cristo. Si alguien necesita un buen consejo, lo haremos en nombre de Cristo. Y donde no se conozca el poder de Dios, lo haremos manifiesto con nuestra vida.

Nuestros frutos – Debemos alejarnos de lo que nos impide amar a Dios

Cuando estamos en este mundo, existen muchas formas de que nos veamos tentados de abandonar la obra de Dios. Porque todo nos incitará a dejarnos guiar por nuestra naturaleza herida. Por lo tanto, tenemos que estar muy atentos para no dejar que las tentaciones nos alejen del camino que Jesús nos marcó para la felicidad (Efesios 5:11-12).

Y es que realmente lo que buscamos siempre es el ser felices. Pero sabemos por nuestra fe que lo que ofrece el mundo no nos hará felices realmente. Es un espejismo que se terminará cuando se termine nuestra vida y vayamos a la condenación. En cambio, lo que hayamos podido sufrir aquí por la Palabra, se transformará en gozo eterno junto a Dios.

Esta tarea no es fácil y requerirá de nosotros que estemos muy atentos y afianzados a las promesas de Cristo. Tenemos que tener la mirada siempre puesta en Él, y pedirle en la oración que no deje que nos perdamos. Que la semilla de la Palabra que ha sido sembrada en nosotros dé su fruto, porque halló tierra buena.

Conclusión

Debe ser patente ante el mundo que somos cristianos. Se debe notar en nuestra forma de obrar y de comportarnos. De tal manera que los que vean nuestras obras distingan que lo que nos mueve no es la soberbia, sino el Espíritu Santo que nos inflama.

No seamos como la semilla que es ahogada por los espinos. No dejemos que el mundo haga infructuosa la Palabra de Dios en nosotros. Demos frutos de buenas obras manteniéndonos unidos a Él y a su voluntad.

© Renzo Garcia. Todos los derechos reservados.

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