Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: El Poder del Perdón
Texto clave: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:32
Introducción
Hoy hablaremos de un tema que afecta a todas las personas, independientemente de su situación o condición: el perdón. En el mundo hay dolor, amargura y resentimiento porque muchos no han aprendido a perdonar. Pero el perdón es un mandato de Dios, y tiene el poder de transformar vidas y restaurar relaciones. El Señor nos llama a perdonar, no solo por el bien de los demás, sino por nuestra propia paz espiritual.
I. Qué es el perdón?
A. El perdón es una decisión, no un sentimiento.
No esperamos sentir ganas de perdonar; decidimos perdonar porque es un mandato de Dios.
Mateo 6:14-15: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.”
B. El perdón no significa justificar el mal.
Perdonar no significa que lo que nos hicieron estuvo bien. Es dejar el juicio en manos de Dios.
Romanos 12:19: “Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.”
II. Consecuencias de no perdonar
A. Amargura en el corazón.
El resentimiento consume la paz del alma y contamina todo lo que hacemos.
Hebreos 12:15: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.”
B. Ruptura de relaciones.
El rencor destruye amistades, matrimonios y familias.
Proverbios 17:9: “El que cubre la falta busca la amistad; Mas el que la divulga, aparta al amigo.”
C. Bloquea nuestras oraciones.
Cuando no perdonamos, nuestras oraciones son estorbadas.
Marcos 11:25: “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.”
III. Cómo perdonar
A. Reconoce tu propia necesidad de perdón.
Todos hemos fallado y necesitamos la misericordia de Dios. Si Dios nos perdonó, ¿quiénes somos para no perdonar?
Mateo 18:21-22: “Entonces Pedro se le acercó y dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.”
B. Ora por los que te han ofendido.
Pídele a Dios que te dé un corazón perdonador, y ora por los que te han lastimado.
Mateo 5:44: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.”
C. Entrega la ofensa a Dios.
Deja la justicia en las manos de Dios. Él es el Juez justo.
1 Pedro 2:23: “Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.”
IV. Beneficios del perdón
A. Paz interior.
El perdón trae libertad y nos libera de la prisión del rencor.
Juan 14:27: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.”
B. Sanidad en nuestras relaciones.
El perdón restaura lo que el enemigo ha intentado destruir en nuestras familias y amistades.
Colosenses 3:13: “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”
C. Bendición de Dios sobre nuestra vida.
Dios bendice a aquellos que perdonan como Él nos perdonó.
Lucas 6:37: “Perdonad, y seréis perdonados.”
Conclusión
Hermanos, el perdón no es una opción; es un mandato de nuestro Señor. Si queremos recibir la gracia y la paz de Dios, debemos aprender a perdonar. El perdón no es fácil, pero con la ayuda de Dios, es posible. Hoy el Señor nos invita a dejar el rencor y permitir que Su amor y Su paz entren en nuestras vidas. Como Jesús le dijo a Zaqueo: “Hoy es necesario que pose yo en tu casa.” Invita a Jesús a tu corazón y a tu familia, y deja que Él transforme todo con el poder del perdón.
© Roberto Torres. Todos los derechos reservados.
